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25 Abr 16 | Edmundo González Llaca | Clasificado en Política, Querétaro | Sin Comentarios »
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Las relaciones de poder han cambiado, son reflejo de una estructura de comunicación y tecnológica que nos invade y donde todo es instantáneo y fugaz. Esta dinámica se desplaza al arte de gobernar en el que las respuestas a las necesidades de la gente deben ser continuas. Si la sociedad vive al día sus expectativas deben ser satisfechas a la misma velocidad. Las metidas de pata de Francisco Domínguez con la UAQ y la de Marcos Aguilar con la basura, se originan en que no terminan de reconocer que todo acto de autoridad es puesto en duda; que no son suficientes ni el respeto a la ley ni el consentimiento de las fuerzas institucionales, sino que es necesario salir a la calle, convencer a los grupos y a los líderes sociales. El arte de gobernar ya no es el arte de la decisión autoritaria, ahora es el arte de la inmediatez, el diálogo y de la negociación cotidiana y permanente.
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